Corriendo y Perseverando en el servicio cada día

Corriendo y Perseverando
en el servicio cada día

Una de las tácticas del enemigo ante el cuerpo de Cristo es enviar sus dardos de desanimo, haciendo estragos en los corazones del cristiano que trata de esforzase cada día en su andar en esta tierra, mintiéndoles que no vale de nada ser esforzados que nadie te lo agradece y solo es pérdida de tiempo, aun yo lo he vivido y tendemos a caer, pero porque caemos, y no somos constantes Jesús nos lo indica en su palabra, orad sin cesar para que no entréis en tentación, nos hemos olvidado de la importancia de la oración y su poder cuando no estamos protegidos por el mato de la oración es muy fácil para el enemigo derrumbarnos, pero quiero contarles la historia de un hombre que es un ejemplo de perseverancia y constancia al servicio de su señor.

Juan Wesley viajo a más de 400. 000 kilómetros a lomo de caballo, haciendo un promedio de 32 kilómetros diarios, durante cuarenta años. Predicó 40.000 sermones; son más de 200 obras la que escribió, aprendió bien 10 idiomas. A los 83 años se sentía molesto porque no podía escribir más de una hora por día sin perjudicar su vista, y a los 86 se avergonzó de no poder predicar diariamente más de dos veces. Poco después, se quejo, en su diario, de que sentía cada vez mayormente la tendencia a quedarse acostado en su cama hasta las 5:30 a.m.

Ahora que piensa, es necesario esforzarse cada día, que mejor ejemplo de servicio encontramos en este gran hombre de Dios, que tomo en su vida la decisión plena de fe, y pudo comprender muy claramente lo que el aposto Pablo escribe “todo lo tengo por basura solo por agradar a aquel que me amo, el se despojo de todo y se dejo moldear a la imagen de Dios, y en este tiempo nos llama a servir despojándonos totalmente de las paciones de este mundo, solo dirigir nuestra mirada en El, demandando santidad, perseverancia, pasión y un anhelo ferviente de caminar en fe despojándonos de todo orgullo.

Pero el mejor ejemplo en quien podemos ver es Cristo que él no desistió de su calvario, él fue el hombre de dolores que su vida no escatimo como cordero fue al matadero sin decir una palabra su perseverancia fue hasta el final y cumplir el propósito el morir y derramar la ultima gota de su sangre para que seamos salvos y perseverar en la encomienda que nos dejo de predicar a todas las naciones.

Cada paso que damos en la vida solo nos lleva a dos metas la de la perdición o encontramos en los brazos de nuestro Señor en la meta quien nos espera antes de la fundación del mundo, ¡la dirección es tuya! ¿Cuál es la carrera que vivieras?

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. S. Mateo 28: 19-20

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Que Dios te bendiga amado hermano (a)



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